Andrea Ospina Diaz

Para poder hablar acerca de invertir o no en un país como Colombia, es necesario resaltar datos y posiciones importantes que en nuestro país abarca. Colombia es un país con una diversidad completamente interminable tanto de recursos naturales como de condiciones y tipos de mano de obra, por lo cual es absolutamente favorable todo lo que a ello refiere en contextos como la agricultura y economía primaria, claro esta que prevaleciendo muchos de los aspectos que algunos estudiantes aportaron, no es completamente una posición de beneficio nombrar y resaltar la tecnología y desarrollo en cuanto a ciencia hablamos en nuestro país, puesto que además de ser uno de los países en vía de desarrollo, tanto nuestro gobierno como nuestra población tiene aspectos mucho mas importantes por abarcar.

No se si alguna vez se han cuestionado el por que muchos países del mundo entero, ( entre ellos países no solo potencia, sino también de un desarrollo social y tecnológico muy alto), crean y generan tantos negocios y empresas en nuestro país, ya que para ellos resulta completamente de buena calidad y mucho mas económico tomar materia prima y mano de obra Colombiana, con el “mínimo” problema, de que muchos de estos generan nombres, prestigios y reconocimientos (principalmente creados por colombianos y por materia colombiana) reflejados y representado básicamente por el resto del mundo, pero no por nosotros. Un caso muy particular podría ser todas esas empresas y marcas cafeteras que no solo importan café Colombiano, sino que este es procesado y empacado dentro de Colombia, para que finalmente resulten con marcas Norte Americanas, Europeas, o de cualquier otro tipo de nacionalidad, rechazando los meritos Colombianos.

Finalmente podríamos decir que muchos de los problemas creados en nuestro país, son por problemas económicos, puesto que claramente resultaría de una gran ayuda positiva para nosotros invertir en este país tan rico en materia prima y básica para cualquier tipo de negocio, claro esta, que principalmente y ante todo, poniendo como papel clave negociaciones y tratos de ganancias porcentualmente equitativas, tanto para el país o la empresa que invierta en nosotros, como para nosotros mismos, los creadores y muchas veces creadores de muchos productos comerciales en el resto del mundo.